Este infierno es tan encantador..." ladró el indio en la noche del hipódromo de Tandil, noche de invierno, noche de una estética rokambole impresionante, niebla, nubes de colores se agregaban, mientras "banderas rojas, banderas negras, de lienzo blanco en tu corazón…, estallaban en el calor de 50.000 almas al palo.A uno le pasan estas cosas y cada vez que Dios no existe, existen tipos como el indio Solari. Y la gente, que hizo un ritual pagano de cada recital, si, si, VAMOOOO LOOOO REDOOOO, VAMOOOO LO REDOOOO, salió el aguante pa Buenos Aires, Mendoza, Cordoba, La Pampa, San Luis, hechos pelota de las patas pero con el corazón salvado, primero sitiando Tandil, luego enfrentando la ruta tapada de niebla.Pregunto: ¿Ustedes piensan que en Santa Rosa podría hacerse un recital de este tipo sin que las viejas adoradoras del orden escatológico no pongan el grito en el cielo? mmmm..
Haaa ! La hija del fletero cada vez está mejor!