Creo una vez mas en que el poder de la fe nos empalague hasta la medula de estos rebrotes de la subversión que el periodismo encarna en el demoño. Nos vemos sacralizados de contraponer esa imagen del desasosiego, aunque mas no sirva para seguir cobrando del estado lo que el estado nos debe, el poder de la convicción de la palabra del Servicio Tris Nitratos por el lodo. Vidas empantanadas de Despistada y Marmotazo que fisgonean oscuras pretensiones de dar a la luz lo que la oscuridad protege. Lárguensen del foro del señor cipayos de la desesperanza, aguarismos del pecado que tubien empreya, ratisalil, gel, gel gel!
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