lunes, 1 de diciembre de 2008

Antonio Gramsci decía en FILOSOFÍA DE LA PRAXIS que por encima del SENTIDO COMÚN estaba el BUEN SENTIDO. En este concepto reflexionaba mientras me preparaban un pancho a la salida del jockey en el kiosquito frente a la Petrobrás de Pico y 9 de julio. El disparador fue una pregunta que me había quedado picando desde el blog de Santa Zorrita sobre coincidir con la opinión de las mayorías.

Claro, el tema es que con el sentido común Hitler ganó las elecciones y de ahí para abajo barbaridades semejantes como el apoyo del “mundo libre” a los genocidios de Hiroshima y Nagasaki, porque para muestra basta un botón.

La cosa me venía a pleno hasta que me atraganté con el pancho y me fui a escaviar otra birra, ya que lo difíccile de este mondo sería encontrar la receta para que ese BUEN SENTIDO no sea una propuesta cientificista descolgada de las necesidades de la gente, sujeto de todos estos filosofares sociales.

"Crear una nueva cultura no significa hacer sólo individualmente descubrimientos originales, sino también, y especialmente, difundir críticamente verdades ya descubiertas, socializarlas, por así decirlo, y por lo tanto convertirlas en base de acciones vitales, elementos de coordinación y de orden intelectual y social. Que una masa de hombres sea conducida a considerar unitariamente el presente real es un hecho filosóficamente mucho más importante y original que el hallazgo por parte de un genio filosófico de una nueva verdad que se conserve como patrimonio de pequeños grupos intelectuales" A G.